Una lesión no tiene que hacer que lo dejes por completo. De hecho, puede ser una oportunidad para que mejores como atleta. Sin embargo, es mucho más fácil decir que hay que mantener el positivismo durante lesiones por correr que hacerlo. Pero eres un corredor. Eres duro, decidido y resiliente. Así pues, ¿cómo puedes mantener el positivismo incluso cuando te recuperes de una lesión por correr?

Como corredores, nos encanta el deporte. Y, a menudo, tenemos este deporte elevado en nuestras mentes hasta un cierto estado infalible y mítico. Correr no puede hacer daño. Es motivador y mejora nuestras mentes y cuerpos de una forma increíble. Lo que es absolutamente cierto.

Sin embargo, también es cierto que las lesiones por correr son preocupantemente comunes. De hecho, los investigadores de la Escuela de Medicina de Yale calculan que al menos la mitad de todos los corredores habituales sufrirán algún tipo de lesión cada año. Por lo tanto, si mantienes tu hábito de correr durante muchos años, hay muchas posibilidades de que te lesiones, de una forma u otra, en algún momento.

El truco para recuperarse es mantener una actitud positiva. En realidad, durante mucho tiempo se ha considerado que hacerlo mejora el tiempo de recuperación en todo tipo de situaciones.

Aprovecha un sistema de apoyo


Durante estos días aparentemente sombríos, puede ser increíblemente valiosa una comunidad de apoyo de familiares y amigos. Y es importante indicar que este sistema de apoyo puede estar compuesto de otros corredores o no. Por supuesto, los corredores que han sufrido algo similar pueden ser una buena fuente de ánimos y consejos, pero la comunidad no va solo de eso. Principalmente, se trata únicamente de que te distraigas y evites obsesionarte. El simple acto de estar con gente puede ayudarte a mantener el positivismo mientras te enfrentas a lesiones por correr.

También puedes descubrir que tus amigos te abren nuevas vías para el entrenamiento cruzado en las que, de lo contrario, puede que no hubieras pensado. Por ejemplo, durante periodos en los que me vi obligado a tomarme un tiempo sin correr, jugué mucho a Ultimate con mis amigos. Puesto que se trata de juegos casuales y gracias a la naturaleza sin contacto del deporte, fue una forma perfecta para que me mantuviera activo y sociable, sin agravar el problema. Igualmente, un amigo mío con el que solía correr frecuentemente tuvo que tomarse un tiempo libre, pero tampoco quería sentarse solo en casa. Así que hizo bicicleta, mientras yo corría. También hizo muchísimas referencias a Rocky. El senderismo también nos dio muchas oportunidades a mis amigos y a mí para pasar tiempo juntos sin agravar cualquier lesión por exceso que pudiera tener.

Sea cual sea la forma que adopte este sistema de apoyo, lo importante es que evites la necesidad de estar totalmente inactivo y aislado. Esto puede ser un peligro real cuando te dicen que descanses por una extremidad o articulación lesionada. Recuerda que descansar no significa inactividad y la recuperación puede, y debe, ser activa. Mantenerse activo y pasar tiempo con la familia y los amigos puede ayudarte a mantener una actitud positiva mientras te recuperas.

Ponte en el camino del éxito futuro

Como corredores, nos presionamos física y mentalmente en todo momento. Y, aunque esto nos permite mejorar de varias formas, también puede llevarnos a veces al riesgo de lesiones. Sin embargo, si tienes una lesión en algún momento, recuerda que no es en absoluto el final de tu carrera como corredor. En su lugar, considera el periodo de recuperación solo como otra fase de tu entrenamiento. Dedica ese tiempo al entrenamiento cruzado y a centrarte en cualquier posible deficiencia en tu rutina habitual. Los periodos de recuperación también pueden ser un momento perfecto para fortalecer tus conexiones con tu comunidad de familiares y amigos. Estos pasos pueden ayudarte a mantener el positivismo incluso cuando te recuperes de una lesión por correr.

Nuestro consejo como escritores responde únicamente a fines didácticos generales e informativos. Nuestra recomendación siempre es que consultes a tu médico o especialista en salud antes de introducir modificaciones en tus entrenamientos, tu nutrición o tus rutinas de ejercicio físico